La carnosidad en el ojo, también conocida como pterigión, es un crecimiento anormal de la conjuntiva (la membrana que cubre la parte blanca del ojo) sobre la córnea (la parte transparente del ojo). Este crecimiento puede tener forma de ala de mariposa y puede afectar la visión si llega a cubrir la pupila (el orificio por donde entra la luz al ojo).
Las causas de la carnosidad en el ojo pueden ser diversas, pero se asocian principalmente con la exposición prolongada a los rayos solares, el polvo y la mala higiene de la cara y en especial de la zona de los ojos, la contaminación o los productos químicos. También puede haber un factor genético hereditario que predisponga a algunas personas a desarrollar esta condición.
Los síntomas de la carnosidad en el ojo pueden incluir sensación de cuerpo extraño, resequedad ocular, ojo rojo, ardor, picazón y lagrimeo. En algunos casos, puede haber disminución de la visión o astigmatismo (una alteración de la forma de la córnea que dificulta el enfoque).
El tratamiento de la carnosidad en el ojo depende del tamaño, la localización y los síntomas que provoque. En algunos casos, se puede recurrir a gotas lubricantes o antiinflamatorias para aliviar las molestias. Sin embargo, el único tratamiento definitivo es la cirugía, que consiste en extirpar el tejido anormal y reemplazarlo por un injerto de conjuntiva sana.
Lo más recomendable es que acudas con un médico oftalmólogo.
Existen algunos remedios caseros para la carnosidad en el ojo que pueden ser utilizados para calmar los síntomas y mejorar la salud ocular. Estos remedios no tienen efectos secundarios ni contraindicaciones, pero tampoco son una cura definitiva ni sustituyen el tratamiento médico. Algunos de estos remedios son:
Arándanos: gracias a su contenido en antioxidantes, la administración de suplementos de arándanos permite mejorar la visión y mantener siempre los ojos limpios.
Manzanilla: colocar una bolsa de manzanilla en los ojos dos veces al día para impedir la carnosidad en los ojos. La manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes.
Aloe vera: aplicar directamente sobre el ojo afectado el gel extraído de una hoja de aloe vera. El aloe vera tiene propiedades cicatrizantes y regeneradoras. Asegurate de extraerlo lo más higiénico posible y solo el gel, sin el líquido blanco que suelta el aloe, ya que podrías generar alguna quemadura o alguna otra reacción adversa.
Perejil: consumir un té de perejil o realizar un lavado ocular con él dos veces al día. El perejil tiene propiedades diuréticas y depurativas que ayudan a eliminar las toxinas que pueden favorecer el crecimiento de la carnosidad.
Semillas de albahaca: colocar en el ojo afectado una cantidad aproximada de 7 semillas de albahaca y dejar allí alrededor de 15 minutos mientras se mueve el ojo de un lado al otro. Las semillas de albahaca tienen propiedades antibacterianas y antivirales que pueden prevenir infecciones. Este remedio en particular debes de tener mucho cuidado de aplicarlo.
Para prevenir la aparición o el avance de la carnosidad en el ojo, es importante protegerse del sol con gafas con filtro UV y sombrero, evitar el contacto con agentes irritantes como el polvo o los productos químicos, mantener una buena higiene ocular y acudir regularmente al oftalmólogo para una revisión.
Evita colocarte gotas en los ojos que dicen quitar la carnosidad, pues podrías generar otras reacciones adversas, contraer infecciones o hasta perder la vista.